Espoleado por la victoria de la jornada pasada y con la ilusión de demostrar ante su afición que la reacción ha llegado en 2011, el equipo mallorquín salió a por todas en el primer parcial, pero un Vall d'Hebrón que venía con la lección bien aprendida y muy aguerrido en defensa supo mantener el tipo después de ponerse 4 puntos por debajo y llegó a final de set con la igualdad en el marcador. Dos acciones consecutivas de las locales hicieron decantar la balanza.
En el segundo la cosa cambió mucho de color, el Ciutat Cide, impreciso en la recepción, no pudo conectar bien con sus jugadoras de ataque, circunstancia que aprovecho el rival para endosarle un peligroso 13-25. Pero las jugadoras rojiblancas supieron reaccionar a tiempo y enmendaron su error en el tercero, el mejor de los juegos para las locales, volviendo a golpear con un gran parcial de 25-11.
El cuarto fue más igualado, el cansancio de algunas jugadoras mallorquinas se hacia notar, y ya con el set muy en contra, el técnico Toni Figuera dió entrada a dos jugadoras de refresco, reservando a dos titulares para lo que se presagiaba sería un interesante quinto set.
Nada más lejos de la realidad, porque el quinto no tuvo color, la apisonadora del Ciutat se puso en marcha, reflejando que cuando el equipo funcional es un conjunto con mucho juego entre sus mimbres. El técnico visitante intentó de todas las formas posibles parar el vendaval pero ya nada pudo hacer ante un Ciutat Cide que aunque jugó todo el partido a rachas, demostró un gran nivel de juego.
Con segunda victoria consecutiva ante dos equipos de la parte alta de la tabla el conjunto balear demuestra que puede ser uno de los equipos que tenga aun cosas que decir en esta liga, si consigue dar continuidad a sus buenos momentos.
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